sábado, noviembre 8 2025

Con una actuación sólida y sin fisuras, Oscar Piastri conquistó este domingo el Gran Premio de Baréin, correspondiente a la cuarta fecha del Campeonato Mundial de Fórmula 1. El piloto australiano de McLaren dominó la carrera de principio a fin y firmó su primera victoria de la temporada, en una jornada que también significó un gran resultado colectivo para la escudería británica, con Lando Norris completando el podio en tercer lugar. Desde la largada, Piastri tomó el control de la competencia con una largada limpia y efectiva, dejando atrás a sus rivales directos y marcando el ritmo con consistencia vuelta tras vuelta. A lo largo de toda la carrera no dio señales de debilidad, manejando con inteligencia los momentos de mayor presión y respondiendo con solvencia en cada paso por boxes. Su rendimiento fue impecable tanto en el plano técnico como estratégico, y terminó cruzando la línea de meta con una ventaja tranquilizadora. El segundo lugar fue para George Russell, que logró sacar el máximo de su Mercedes en una carrera en la que supo mantenerse firme, aunque sin encontrar el ritmo necesario para disputar la punta. El británico administró bien sus neumáticos y mantuvo a raya a sus perseguidores, asegurando un resultado valioso en la lucha por el campeonato. Por detrás, Lando Norris cerró un fin de semana destacado para McLaren con el tercer puesto, consolidando un doble podio que confirma el buen momento del equipo británico.

 

Ganadores y perdedores

Lando Norris se pudo recuperar de una sanción de los 5 segundos tras verse muy afuera del cajón de salida. En la vuelta 11 aprovechó a cumplir la sanción y a cambiar las gomas. En la vuelta 36 se aguantó la lucha de las Ferraris. En ese momento, Carlos Sainz se fue de largo, bloqueó a Kimi Antonelli y perdió dos posiciones, por lo tanto, Norris debía devolver posiciones a Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo. Atacó consistentemente a Leclerc. Tuvo una bloqueada que se pasó de largo al intentar pasar a Leclerc. Recién en la vuelta 52, lo superó a Leclerc, para finalizar en el tercer lugar. Buen desempeño de las Ferraris, con Charles Leclerc en el 4º y LewisHamilton 5º. Fueron de menor a mayor. En las primeas vueltas, el monegasco comenzó a manifestar signos evidentes de degradación en su coche, luchando por mantener el ritmo, frente a los autos que lo rodeaban, forzando al piloto a manejar más con las manos que con la cabeza, intentando compensar una pérdida de tracción que se volvía cada vez más. La degradación de los neumáticos medios no solo lo hizo vulnerable en las rectas, sino que comprometió su rendimiento en las curvas, donde Ferrari solía tener una ventaja relativa. Llegó a estar virtualmente primero con la parada a boxes. En la vuelta 18, entró a boxes, al mismo tiempo que su compañero de equipo para realizar su primera parada programada. Se enojó con su equipo, dejando entrever que su preferencia era cambiar a un compuesto diferente, posiblemente el duro, en un intento de diversificar la estrategia y tener una mayor flexibilidad hacia el final. En la vuelta 25 superó a Norris y Hamilton a Antonelli. Las Ferrari están off fire. En cuanto al siete veces campeón del mundo, fue elegido como el piloto del día con el 29%. Se pudo recuperar tras la flojísima clasificación del día sábado. Gran sobrepaso del britanico por el interior en la curva más cerrada del segundo sector. Aprovechó un pequeño desliz de Sainz en la frenada para meter el auto y forzar al espaol a tomar una trayectoria defensiva. Pero lo brillante no fue solo el intento agresivo por dentro, sino la lectura que hizo e n el momento: al ver que Carlos cerraba de inmediato la línea, Lewis levantó mínimamente el pie, se posicionó por fuera en la salida de curva y, con una tracción superior gracias al agarre de sus neumáticos medios, completó el adelantamiento por el exterior con una maniobra limpia y calculadora. ¿Lo negativo? Tuvo que luchar más de la cuenta con el auto. Después de haber perdido la posición con Norris, el siete veces campeón del mundo volvió a abrir la radio, claramente molesto, y lanzó: «el auto no dobla». Ya venía con quejas por los neumáticos duros, que no le daban ni medio gramo de agarre, y ahora se sumaba esta sensación de que el auto simplemente no iba para donde él quería. Sumó 10 unidades.

Tras un inicio complicado, Alpine pudo sumar sus primeros puntos y lo hizo a través de Pierre Gasly. En la largada perdió dos posiciones pero recuperó una con Antonelli. La escuderia francesa era la gran incógnita del fin de semana ya que tenía a sus dos autos largando desde una buena posición (Gasly, 4°, y Doohan, 11°) y se desconocía cómo rendirían a lo largo de 57 vueltas. Después de algunos giros, quedó en claro que tienen con qué: Pierre llegó 7° y sumó los primeros puntos de la escudería francesa. Por el lado de Jack, quien podría abrirle un hueco a Colapinto en el futuro, se cayó abruptamente en el final y resultó 15°. En otros resultados, Oliver Bearman protagonizó una remontada notable desde el inicio mismo de la competencia. Partiendo desde la vigésima y última posición de la parilla, logró avanzar hasta el decimoquinto lugar en la primera vuelta, demostrando un ritmo competitivo y una determinación que lo pusieron rápidamente en la mira como posible candidato a piloto del día. A medida que transcurría la carrera, continuó ganando posiciones con maniobras limpias y consistentes, aprovechando cada oportunidad que se le presentó, ya fuera por errores ajenos o por su propio rendimiento sólido. Cruzó la línea de meta con un 10º lugar, lo que no solo coronó una gran carrera obteniendo un punto para el equipo Haas, sino que también reforzó su imagen como un joven talento capaz de marcar diferencias incluso en condiciones adversas.

El gran perdedor de la jornada terminó siendo Red Bull, con Max Verstappen a la cabeza. En un deporte tan exigente y meticuloso como el automovilismo, y en particular dentro del universo altamente competitivo de la Fórmula 1, donde cada milésima de segundo y cada decisión en fracciones de instante pueden significar la diferencia entre la gloria y el desastre, esta vez fue el equipo Red Bull quien experimentó el lado más ingrato de la competencia. La fortuna, que en otras ocasiones ha estado de su lado, les dio completamente la espalda en una jornada para el olvido, donde prácticamente nada salió como estaba previsto desde los boxes del equipo austríaco. Todo comenzó a desmoronarse en la vuelta número 11, momento clave en el que el tetracampeón mundial realizó su primera parada en boxes con la intención de montar neumáticos duros, buscando una estrategia que le permitiera resistir más vueltas sin perder competitividad. Sin embargo, lo que debía ser una detención rápida y limpia terminó convirtiéndose en un contratiempo crítico: el equipo técnico se demoró más de lo habitual, generando una pérdida de tiempo considerable que lo relegó a los últimos puestos de la clasificación, comprometiendo así toda su carrera desde una etapa muy temprana. Lejos de ser un hecho aislado, los problemas continuaron casi de inmediato, ya que apenas una vuelta después se repitió la escena, esta vez con el piloto Yuki Tsunoda. Su parada también resultó ineficiente, y como consecuencia, salió de boxes por detrás de Jack Doohan, con una desventaja de más de cinco segundos, y con Isack Hadjar ubicado en la decimonovena posición, lo que evidenciaba que Red Bull, en esta ocasión, estaba lejos de la precisión quirúrgica que suele caracterizarlo.

Para cuando el cronómetro marcaba la vuelta 23, Verstappen ya se mostraba visiblemente incómodo con el rendimiento de su monoplaza, manifestando que ni siquiera podía frenar correctamente, lo que no solo limitaba su capacidad de ataque, sino que además lo convertía en presa fácil para sus rivales. Mientras tanto, Doohan se acercaba con consistencia, recortando distancias y posicionándose estratégicamente en la pista. Cuatro vueltas más tarde, Verstappen se vio obligado a realizar una segunda entrada a boxes, convirtiéndose en el primero en ejecutar una doble parada, una jugada que, en condiciones normales, podría haberle devuelto algo de terreno, pero que en esta ocasión resultó ser otra pesadilla: la rueda delantera derecha se trabó durante la maniobra, lo que provocó una demora adicional de cinco segundos. Cuando finalmente regresó a la pista, lo hizo en la última posición, con un panorama más oscuro que nunca. A pesar de todos estos inconvenientes, hubo un pequeño destello de lo que Verstappen es capaz de hacer incluso en las peores circunstancias: logró marcar la vuelta más rápida de la carrera utilizando neumáticos duros, una hazaña que, en otro contexto, podría haberle reportado un punto extra en la clasificación. No obstante, este año las reglas han cambiado y ya no se otorgan recompensas por esa marca, por lo que ni siquiera ese logro parcial pudo ofrecerle un mínimo consuelo tras una jornada que quedará registrada como una de las más desafortunadas en la temporada del equipo Red Bul

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